martes, 31 de diciembre de 2013

Cambiando de año

Ya llegó el 31 de diciembre.

Se acaba 2013, un año de contrastes, de luces y de sombras, de momentos muy malos pero también de momentos muy buenos. Un año que empecé recibiendo entre lágrimas un burofax de despido que me incluía en el saco de los 861 afectados por el ERE de Telemadrid, y que acabo con una sonrisa con un contrato indefinido en la distribuidora de videojuegos Badland Games.

Pero aunque mi balance de 2013 se incline un poco más hacia lo positivo, sé que no es así para mucha gente cercana a mi. Incluso, si me apuráis, para la mayoría de los españoles. Por ello, mi mayor deseo para 2014 es que la situación del país remonte, ya que el efecto dominó hará que la de mis allegados también mejore. Trabajo para los desempleados, salud para los enfermos, recompensa al esfuerzo, compañía para los solitarios, y ante todo, amor y suerte para todos. Repito, AMOR Y SUERTE para todos :-)

Ha sido un placer compartir este 2013 con todas aquellas personas que han estado conmigo este año, y espero de corazón que sigan tan presentes en 2014, y que muchos otros nuevos aparezcan. Desde aquí les doy la bienvenida. 

¡Feliz y próspero año nuevo!



sábado, 7 de diciembre de 2013

Ocio en Madrid (parte 1)

Si algo bueno tiene vivir en Madrid, es la variedad de opciones que ofrece en cuanto a ocio. Y creo que eso lo valoramos más aquellos que venimos de fuera, como es mi caso, que soy natural de una ciudad tan bonita como pequeña y limitada en ciertos sentidos como es Ceuta. Y es cuando llegan a Madrid los festivos, fines de semana o vacaciones varias, puedes hacer literalmente lo que te apetezca, tanto cultural como gastronómicamente. Lo que te salga de la peineta.

En el post de hoy, os voy a recomendar distintos tipos de actividades de las que podéis disfrutar en vuestros ratos ociosos en la capital española. Son opciones todas que a mi personalmente me han gustado o satisfecho, así que hablo de ellas con conocimiento de causa :)


- "Serrat, mi madre y yo": Esta obra de teatro fue una sorpresa total para mi. Fui el pasado puente de noviembre a verla, y la verdad es que pasé un muy buen rato. Dos únicas protagonistas, un poquito de locura, ternura, risas, e incluso alguna lagrimilla, todo ello aderezado con las canciones más famosas de Serrat interpretadas por las actrices. Es un homenaje musical de una hija hacia su madre; tal es así, que cuando acabó la representación me apetecía mucho que mi propia madre estuviera allí conmigo.

Las sesiones suelen ser los viernes a las 22:00 hrs, en la sala Arte Espacio PlotPoint (c/ Ercilla, 29 - Zona Embajadores), y por el módico precio de 12€. El aforo de la sala es muy limitado, de unas 60 personas creo recordar. Las entradas podéis comprarlas por Internet o en la propia sala; si elegís la primera opción, tenéis luego que canjear la hoja que llevéis impresa por la entrada definitiva. Y esas entradas las dan numeradas, pero esta numeración no indica el asiento, sino el orden de entrada en la sala para ver la representación. Es decir, el público entra de diez en diez, por lo que cuanto antes canjeéis vuestra entrada en la sala, antes podréis entrar a elegir asiento y mejor visibilidad tendréis (en general la visibilidad es buena, aunque los últimos acaban en la peor zona, en la que sinceramente no sé si se ve demasiado bien).





- Garaje Jack en concierto: Es un grupo madrileño de pop-rock que me descubrieron el pasado año y al que tengo asociados muy buenos recuerdos, por lo que estaba frita por verlos tocar en directo. Ya dieron un concierto en Madrid en febrero de este año al que quise ir, pero el plan se me acabó torciendo, así que cuando vi que iniciaban gira en octubre tras sacar su nuevo disco "Mañana es hoy" decidí que tenía que ir sí o sí. Y fue todo un acierto, ya que por solo 10€ pude disfrutar de un pedazo de concierto en la Sala Penélope (en la que aprovecho para decir que no deberían hacerse más conciertos, por la acústica es un horror). De verdad, tienen un directo brutal, ¡desbordan energía! Tanto me gustó la experiencia, que repito el próximo 14 de diciembre en la sala El Rincón del Arte Nuevo (c/ Segovia 17), pero esta vez se trata de un concierto acústico de Laura Rubio y Óscar, vocalista y guitarrista del grupo respectivamente, por sólo 9€ (8€+1€ de gestión). Y me estoy pensando muy seriamente comprarme también la entrada para el concierto de Navidad que ofrecerán el 22 de diciembre a las 12h de la mañana, ¡en pleno sorteo de la Lotería! Por otros 9€, promete ser un show muy especial, también acústico (¡con piano de cola incluido!), y al que quieren darle un aire más familiar propio de la época dejando que los niños entren gratis. Será en la Sala Clamores.

Garaje Jack - "Sabor a sal" (Sala Penélope, Madrid, 25.10.2013)


- Mercado de Motores: De este mercado de profesionales y particulares no hablaré demasiado, ya que le dediqué un post enterito hace dos meses. Se celebra en el Museo del Ferrocarril el segundo fin de semana de cada mes, y la verdad es que es un muy buen plan, especialmente si el buen tiempo acompaña. Podéis leer lo que escribí sobre el Mercado aquí.


Detalle de la carta
- Mercado de San Antón: Este mercado gastronómico, situado en pleno barrio de Chueca, nació "imitando" al Mercado de San Miguel, que está al ladito de la Plaza Mayor. Lo conforman distintos puestos muy variados, en el que puedes comprar de todo, desde pescado, a comida mexicana, pasando por hamburguesas, sushi o dulces. En la tercera y última planta hay un restaurante, que además de su propia carta, ofrece una posibilidad que para mi, al menos, fue novedosa. Se llama 'Cooking', y permite comprar lo que quieras en los puestos adheridos, advertir que es para el 'cooking' del restaurante, y una vez en él, dárselo al camarero indicando la forma en la que quieres que te lo cocinen. Sólo fui una única vez, y por culpa de la dieta que estoy haciendo tenía un poco limitado lo que podía comer. Así que me compré una dorada y me la cocinaron al horno... ¡riquísima! Si os animáis a ir, os recomiendo hacer la reserva de la mesa con antelación... lo de plantarse allí y pretender sentarse a comer está complicado.




interior del Oíta Café (foto: flamingpink.es)
- Oíta Café: Para terminar, os hablaré de una pequeña cafetería y alta pastelería que descubrí el invierno pasado de pura casualidad. Situada en c/ Hortaleza, nº 30, es un lugar muy acogedor, sobre todo para las frías tardes de invierno. En aquella ocasión, buscábamos una cafetería en la que tomar un chocolate caliente, y decidimos probar allí. Y lo cierto es que estaba delicioso, tanto el chocolate a la taza como los pasteles. En cuanto me sea posible (por cuestiones de la dieta, como decía antes) volveré sin dudar. Podéis echar un vistazo, tanto al local como a la carta y a su historia, aquí.


Y hasta aquí mi primer post sobre planes para hacer o sitios a los que ir en Madrid. Conforme vaya conociendo sitios o experiencias nuevas, las iré compartiendo con vosotros ;-)

lunes, 14 de octubre de 2013

Tarde de domingo en el Mercado de Motores

A mi, desde siempre, me ha gustado escribir. Eso sí, tiene que haber algo sobre lo que me apetezca escribir (o en su defecto, algo sobre lo que tenga que escribir obligadamente, pero los tiempos de los trabajos de grupo del instituto o la universidad quedaron atrás, afortunadamente). Y esa es la razón -o la excusa- por la que no escribía nada aquí desde hace casi 3 meses. 


Hasta hoy.



Ayer por la tarde estuve por primera vez en el Mercado de Motores. Había oído hablar de él, y había leido comentarios muy positivos sobre el evento en redes sociales, que me habían despertado el gusanillo por ver qué se cocía. La verdad es que tenía buena pinta: un mercado de profesionales y también de particulares que venden artículos de segunda mano, todo ello enclavado ni nada más ni nada menos que en el Museo del Ferrocarril. Tenía que ir sí o sí.

La edición de septiembre se me escapó, pero como se celebra el segundo fin de semana de cada mes, este tocaba. Y una vez que por fin he ido, no sólo no me ha decepcionado, sino que me ha gustado mucho. Lo primero que te encuentras al llegar es una zona de cafetería, con un par de músicos amenizando aquello con buena música. El ratito que estuvimos allí sentadas, predominaron los boleritos, para mi alegría -y la sintonía de "La Pantera Rosa", que también sonó por allí, seguramente a petición de algún chiquillo.

Dos músicos amenizan la entrada del Mercado con buena música (Foto: Alba Somoza)

El Mercado, con una organización formidable (se nota que en ella está involucrada alguna de mis ex-compañeras de producción de Telemadrid, si es que la que vale, vale), se estructura en 3 partes, podríamos decir: los puestos profesionales, en el interior de la antigua estación de Delicias; los puestos de segunda mano de particulares, en el exterior; y por último, una gran terraza con diversos puestos de comidas y bebidas.

Pasillo central del Mercado de Motores

De la zona de particulares, personalmente tengo poco que destacar. Dado que, dígamoslo así, mi cuerpo no me pone fácil que cualquier trapito me quede bien, no me puedo permitir comprar a ciegas; no me fijé si había algún tipo de probador, pero tampoco hice por buscarlo, la verdad. Pero para aquellos a los que les gusten los mercadillos de segunda mano y disfruten yendo al Rastro en busca de objetos y antigüedades diversas, les gustará darse una vuelta por aquí. Siempre puede encontrarse una cositas de lo más curiosas.

Retrato del Perro Torero... ¡y olé!

Como decía antes, en el interior de la estación está la zona de profesionales. Tres grandes pasillos a lo largo de los cuales puedes curiosear el interior de los trenes allí estacionados (preciosos), y deleitarte con lo que ofrecen un sinfín de marcas artesanales. Productos todos ellos diseñados con mucha originalidad, y lo más importante: productos españoles (pa' que luego digan que en España no hay talento y que no emprendemos... ¡JÁ!). Hay de todo, desde juguetes y cojincitos infantiles y flores de papel, hasta muebles de estilo vintage y elementos de decoración de lo más variopintos, pasando por zapatos y zapatillas, sombreros y tocados, bisutería, peletería, bicicletas, pajaritas, complementos y ropitas para perros, láminas y dibujos, monturas de gafas... Todo artesanal. Incluso el diseñador Ion Fiz tiene su propio puesto. Todo muy ordenado, distribuido y con una presentación muy cuidada; nada de puestos amontonados que no permiten ver las cosas.

Y claro, una que tiene su corazoncito y que le gusta todo lo "cuqui", pues no me he podido aguantar y me he concedido algunos caprichos: 3 láminas y una postal de Lady Desidia (http://ladydesidia.blogspot.com.es), una pulsera de Hongokonga (http://www.hongokonga.com) y un muñequito Sonny Angel en el stand de De Uno A Diez (http://www.sonnyangel.com). Y porque esta vez no iba buscando artículos de decoración, que si no...

Mis compritas :)

Y si tras visitar todos los puestos os apetece tomaros algo, podéis hacerlo en una gran terraza en la que hay muchas cositas para comer y beber bien a gustito. Qué sé yo, paella, helados, salchichas, cervecitas, gin-tonics, mojitos, hamburguesas, bocadillos... ¡lo que queráis!

Yo os lo recomiendo como plan para una mañana o una tarde, en cualquiera de los dos momentos del día la luz le regala un encanto diferente. Y no sólo la luz; se respira buen rollo, sin agobios, los responsables de los puestos muy majos... Una maravilla. 

Las próximas ediciones del Mercado de Motores serán:
- 9 y 10 de noviembre
- 7 y 8 de diciembre
-11 y 12 de enero
Podéis informaros y ver fotos de lo que hay por allí en su página de Facebook, y también en este vídeo.
 
Os dejo algunas de las fotos que hice para que os hagáis una idea.










Dar desde aquí mi enhorabuena a los organizadores, y a todos aquellos que hacen por recuperar otros espacios cerrados o abandonados, como en su día fueran el Matadero y la Tabacalera, con fines culturales. Bien bien bien.

Y hasta aquí, mi tarde dominguera del 13 de octubre. Un planazo con la compañía de mi amiga Alba, que quedó igualmente encantada y con las mismas ganas de volver que yo :)


jueves, 25 de julio de 2013

Héroes anónimos, marca España

Desde hace un tiempo, por culpa de esta crisis que nos asfixia a tantos niveles y con la decepción constante que ésta y todo lo que de ella se deriva nos provoca, la llamada "Marca España" se ha visto gravemente dañada. Y no sólo entre los españoles como tú y como yo, lo cual ya es triste, sino también más allá de nuestras fronteras.

Sin embargo, a menudo nos dejamos llevar -me incluyo- por el desencanto generalizado, y nos referimos a la Marca España sólo cuando hablamos de lo negativo: de los alarmantes datos de desempleo, de los dramáticos desahucios y la precaria situación en la que viven tantísimas familias, de los ERE's y despidos que sacuden tantas empresas, del doble rasero moral de los políticos, de la corrupción, de la evasión de impuestos, del amarillismo de muchos medios de comunicación, de la manipulación informativa, del enchufismo, de la discriminación por sexo, de la inmigración y la emigración, etc. Y sí, claro, todo eso conforma el retrato actual de España, desgraciadamente. A mi me pesa mucho que sea así, y es de esa parte de España de la que me avergüenzo y de la que no podría enorgullecerme jamás en la vida.

Pero hay otra parte positiva, muy positiva. No sólo la parte divertida y festiva por la que se nos conoce en el extranjero (que conste que no me refiero al turismo de borrachera, ojo), ni nuestro paisaje y nuestras costas, ni nuestra gastronomía privilegiada, ni empresas nacionales que han prosperado dentro y fuera de nuestro país, ni nuestros éxitos deportivos y artísticos, ni nuestro carácter alegre y desenfadado (por lo general). La cara positiva de la Marca España no es sólo todo eso, que no es poco. Lo mejor, y lo que habría que esforzarse en enseñar al mundo es la calidad humana de la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles. Y no hablo del comportamiento cotidiano de la gente, que en muchas ocasiones deja bastante que desear. Sino de ese algo que nos hace click en nuestro interior cuando vemos al de al lado pasarlas canutas, y que hace que nos nazca el impulso de querer ayudar. La pena es que tenemos la fea costumbre de esperar a hacer gala de ese espíritu solidario en las peores circunstancias, cuando la tragedia nos da una bofetada de realidad.

Anoche, como todos sabréis a estas alturas, descarriló el Alvia de Renfe Madrid-Ferrol a la altura de Angrois (Santiago de Compostela). Todo lo que vino después -dejando a un lado las críticas a la cobertura que hicieron del accidente distintos medios de comunicación, que comparto- fue una ristra de muestras de solidaridad, a cada cual más emocionante. Largas colas de gente dispuesta a donar sangre en hospitales y centros de transfusión hasta colapsarlos; huelgas de bomberos desconvocadas para trabajar en el lugar del accidente; enfermeras y médicos que interrumpen sus vacaciones para regresar a sus puestos de trabajo para ayudar, o que incluso aun habiendo sido despedidos o estando desempleados acuden a echar una mano a los hospitales; hoteles y hostales cediendo habitaciones gratuitamente para aquellos que lo necesiten; vecinos de la zona ayudando a sacar heridos del interior del tren siniestrado, y bajando de sus casas mantas, agua, y lo que hiciera falta. Incluso personas que estando ingresadas, solicitaban el alta voluntaria para ceder sus camas en los hospitales, que bien necesarias eran. Y esas son las que han trascendido a los medios y redes sociales, pero seguro que hay cientos de muestras particulares anónimas.

Cola de gente para donar sangre la noche del accidente, en Santiago (fuente: Twitter @ManOnTheMoon133)

La reacción tras el accidente de ayer fue una demostración masiva de empatía, generosidad y solidaridad. Pero todos los días hay muchas por todo el territorio español. Gente que da la cara por los demás, aunque el problema no vaya con ellos directamente. Gente que se manifiesta sin descanso por multitud de causas, ya sea para protestar por algo que les afecta o por causas de interés general. Gente que acude a los desahucios de otros, para intentar frenarlos. Gente que es voluntaria en comedores y centros sociales, o que incluso se reunen en la calle para repartir comida a los demás. A toda esa gente no les agradecemos lo suficiente lo que hacen por los demás. Porque aunque hoy parezca que todas esas acciones caen en saco roto, puede que mañana sean el germen de algo aún mayor que consiga cambiar el rumbo que está llevando este país. Y entonces todos nos beneficiaremos.

(fuente: Twitter)

Anoche, en el accidente de Santiago, y cada día en su vida cotidiana, los españoles extienden su mano al de al lado si éste lo necesita. Esa es la Marca España con la que quiero quedarme. Qué lástima que sólo lo tenga en presente cuando las circunstancias nos dan la espalda.

Aprovecho para enviar desde aquí mi mensaje de ánimo y apoyo para todos los familiares de las víctimas, y mis mejores deseos para todos los heridos #ÁnimoGalicia


viernes, 19 de julio de 2013

La noche de las bestias

Ayer fui a ver la película "The purge (La noche de las bestias)". Al contrario de lo que me temía (suspense tonto, algún que otro sobresalto, y poco más), me encontré con una película entretenida, que parte de una premisa que me pareció de lo más original. Y aunque el desarrollo de la historia no estuvo mal (tranquilos, no os contaré ni pío), la idea de partida no sólo me gustó bastante por lo innovador, sino que además me hizo sentir angustia. Es decir, me hizo pensar en cómo me sentiría yo de vivir en esa sociedad, y me hizo empatizar con los personajes. Pero para poneros un poco en antecedentes, os daré una pincelada de esa premisa inicial (es lo que cuentan en cualquiera de los trailers o spots promocionales).

 Spot promocional de "The purge"

Estados Unidos, marzo de 2022. Índices de delincuencia y de violencia prácticamente inexistentes. La gente se siente segura, no tiene miedo, no hay tiroteos, ni asesinatos, ni robos, ni violaciones. Solo el 1% de la población está desempleada. Una sociedad idílica en gran medida, pensaréis. Pues no creáis, porque ese estado aparentemente pacífico se ha alcanzado de una forma, cuanto menos, curiosa. Tal y como han establecido los "Nuevos Padres Fundadores", una vez al año a las 7 de la tarde suena una sirena, a partir de la cual y durante las 12 horas siguientes, cualquier delito es legal, incluido el asesinato. Ni la policía, ni los servicios de emergencias ni bomberos atienden llamadas. En la "noche de la purga anual", todo vale.

Durante esa noche, cualquiera puede dar rienda suelta a sus más bajos instintos, dejar salir esa ira o ese rencor que ha escondido tras una falsa sonrisa o una cara amable durante el resto del año. O si no lo siente así, puede optar por encerrarse a cal y canto en casa y esperar a que vuelva a sonar la alarma que pone fin a la purga anual. Eso sí, más le vale tener el suficiente dinero para instalarse en casa un sistema de seguridad que le permita estar a salvo esa noche. Algo, que por supuesto, no está al alcance de todos.

A lo largo de esas 12 horas, todo está bien visto y se acepta. Durante todo un año finges, aparentas, y aguardas pacientemente a que llegue la purga anual; y si alguien te hace la vida imposible, o si envidias a tu vecino o a tu compañero de trabajo, o a algún familiar, pues vas y te lo cargas. Así de fácil. O bueno, quizás seas tú el odiado o el envidiado, y seas tú al que persigan para quitarte de en medio. Pero eso no lo sabes con certeza hasta que llega esa noche brutal. Y todo esto, con la inmunidad no sólo legal y penal de que no te va a pasar nada, sino también con la "inmunidad moral" que da saber que nadie te va a juzgar por lo que hayas hecho: es la noche de la purga, y como ciudadano estadounidense estás en tu completo derecho de hacer lo que quieras, con el grado de brutalidad que te apetezca. Así lo han establecido los "Nuevos Padres Fundadores", los salvadores de EEUU.




 Trailer en español (edición extendida, no lo veáis si pensáis ver la peli)

Una cosa que también me gustó de la película es que plantea una sociedad supuestamente avanzada, pero que evidencia los mismos problemas de siempre

- lucha de clases: los ricos pueden protegerse, los pobres quedan expuestos y desprotegidos.
- discriminación social por cuestiones de raza o sexo: los colectivos minoritarios son a por los que muchos van para 'desahogar su ira acumulada'.
- hipocresía: gente que te muestra su mejor cara, y te dedica sus peores palabras y deseos a tus espaldas.
- una alta dosis de cinismo: la versión oficial es que los que mueren en la purga se sacrifican por el resto, cuyas almas se purifican al poder sacar fuera su rabia y su odio. Y así consiguen que Estados Unidos sea una nación gloriosa y avanzadísima. Ja!

Y yo, mientras veía la película, no hacía más que pensar "¿Y si eso se llegara a establecer? ¿Qué haría yo?". Me moría de miedo -imaginariamente, claro- de pensar en que llegara una noche en la que tuviera que cuidarme de que cualquier persona de mi entorno decidiera acabar con mi vida. Pero esa sensación de terror y de incertidumbre sólo duraría una noche; el resto del año podría ir por ahí con la tranquilidad de saber que nadie va a hacerme nada. Me sentiría totalmente segura 364 días y medio al año... no está mal, ¿no? Aunque no sé si me compensaría vivir así. Y tampoco tengo del todo claro qué haría yo esa noche, si existiera. Creo que no sería capaz de matar una mosca ni siquiera en esas circunstancias, ni siquiera aunque pudiera hacerlo impunemente.

¿Y tú? ¿Participarías activamente en la purga?

sábado, 8 de junio de 2013

Nueva casa, nueva etapa

Hoy hace una semana que me mudé a un nuevo piso. Más grande, más luminoso, exterior, con ascensor... vamos, lo que es un salto a mejor. Y aunque estoy contenta con el cambio, porque era necesario -si hubiéseis visto el tamaño del piso anterior, asentiríais con la cabeza-, tengo ese pequeño rinconcito dentro de mí en el que pienso "echaré de menos ese piso". Pero no por el piso en sí, sino en un sentido más simbólico.

Y es que cada lugar en el que vivimos conforma una etapa de nuestra vida. Sin querer, o quizás queriendo, al mudarnos ponemos fin a un capítulo y nos plantamos ante la primera página, aún en blanco, del siguiente. Eso sí, lo vivido en esa etapa anterior nos lo echamos a la mochila de nuestro bagaje personal, que es como el cerdo: se aprovecha todo, hasta los andares. Pues de nuestra experiencia vital también.

En el caso concreto del piso madrileño de alquiler que he abandonado hace unos días, el tiempo que he vivido en él ha sido uno de las más felices de mi vida, en general. Si bien empezó de manera un poco incierta por cuestiones de trabajo, justo en el momento en el que estaba a punto de empezar a empaquetar mis pertenencias para trasladarme a vivir de nuevo a mi tierra natal, Ceuta, se produjo la llamada que produjo ese giro del destino que todos esperamos: Telemadrid tenía una oferta de contratación para mi.  

Y allí estuve trabajando un año fantástico, en producción de televisión, lo que quería y para lo que había estudiado. En un programa informativo pero desenfadado -el difunto "Buenos Días, Madrid"-, cargado de conexiones en directo, que me permitió vivir experiencias que de otra manera hubiese sido muy difícil vivir, por no decir imposible (algunos ejemplos: meterme dentro de un carro de combate, estar cerca de delfines, vivir los instantes previos a un desfile de Pasarela Cibeles en el backstage, entrar en el interior de un avión en reparación en el hangar de Iberia en Barajas, ver cómo viven en el barrio marginal de El Gallinero, y un largo  etc.). Y además, tuve la oportunidad de participar en retransmisiones especiales en exteriores que poquísimas televisiones hacen en España.

Montaje del programa especial por San Isidro (mayo 2012)

Por no hablar de tanta y tanta buena gente que he conocido allí, que me han enseñado un montón de la profesión sin ellos saberlo. Algunos han llegado a ser personas realmente especiales para mi, de diversas formas, que me han marcado realmente, a los que quiero y con los que he vivido momentos únicos e irrepetibles; y el resto han sido estupendos compañeros, de los que conservaré un buen recuerdo siempre. Con todos ellos me encantaría volver a coincidir trabajando algún día.

Parte del equipo del "Buenos Días, Madrid", aunque faltan muchíiiisimos compañeros


Y tras cada jornada laboral, yo volvía a ese pisito minúsculo situado a caballo entre Chamberí y Malasaña, en el que transcurría gran parte del resto de mi vida cotidiana. No exagero al decir que entre sus paredes he experimentado casi todos los sentimientos y estados emocionales por los que puede pasar una persona: desde las lágrimas de alegría y la ilusión más pura, a la decepción, la rabia y la tristeza más gris. Además, quien me conoce sabe que no soy mucho ni de invitar a mi casa a la gente, ni de ir yo mucho a casa de los demás. Por lo que aquellos que han estado en mi casa tendrían que saber que son importantes para mi (aunque dudo que todos estén leyendo esto... una lástima).

Desgraciadamente, esa maravillosa etapa personal y profesional, como todo lo bueno, vio llegar su fin en forma de ERE brutal y desmedido. Pero tras todo chaparrón, el sol vuelve a hacer acto de presencia más tarde o más temprano. En mi caso, hace un par de meses conocí a una gente estupenda, la que forma parte de BadLand Games, con la que espero trabajar tan a gusto durante una buena y larga temporada. Principalmente, porque además de enseñarme cómo funcionan dos terrenos de los que no conozco mucho, como son el marketing y la industria de los videojuegos, me hacen reír muchísimo. Y eso es fundamental.

Y con la alegría y la esperanza que da ver a un pajarillo malherido recuperarse y remontar el vuelo, he comenzado este nuevo capítulo de mi vida en esta nueva casa. Como poco, espero ser en ella la mitad de feliz y sentirme la mitad de plena de lo que conseguí sentirme en la anterior. 

Lámina de los fantásticos Mr. Wonderful, que tengo pegada en mi nuevo armario, para verla cada día


domingo, 5 de mayo de 2013

Feliz día, Mamá


Hoy es el Día de la Madre. A diferencia de otras fechas, tachadas habitualmente de "inventos comerciales", la celebración del Día de la Madre se remonta a los antiguos griegos. Qué gente tan lista, oye.

Y es que una madre debería ser una figura fundamental en la vida de toda persona. Para empezar, es la que se pasa unos 9 meses aproximadamente pasándolo regular-mal, con una barriga de un tamaño considerable, con dolores de espalda, de piernas, cansada, con fatiguita... En fin, que salvo en casos excepcionales, el embarazo no es un estado físico paradisiaco. Pero aún así, a pesar de los malos ratos que tú, pequeño feto, le haces pasar, ya te quiere incondicionalmente, más que a ella misma.

Y para culminar esta etapa, tu madre te da tu primer empujoncito... ¡bienvenido al mundo! Y digo bien, primer empujoncito. Porque será el primero de una lista interminable de empujoncitos, de palmaditas en la espalda, de "tú puedes, cariño", de "venga, que ya queda poco, ánimo". 

Tu madre será la que esté contigo siempre, en las alegrías y en las penas, y la que las compartirá contigo. Tus preocupaciones serán las suyas, y tus alegrías, también. Así que procura darle más de lo segundo que de lo primero, hazle ese favor.

Será la que se desvele por ti cuando estás enfermo, la que te tranquilice cuando estás nervioso, y la que hará cuanto pueda para que te des cuenta de que eres capaz de conseguir lo que te propongas y de que tienes que confiar en ti y en tus posibilidades. Te enseñará desde niño a esforzarte, porque la vida no te regala nada.

Será la que más te quiera y te comprenda, la que te aguante en tus momentos de mal humor y la que más se ría con tus gracias. Porque ella sabe cómo eres y te acepta tal cual, lo que no quiere decir que no intente que corrijas tus defectos. Siempre mirará por ti.

Será la que te apretará las tuercas, la que te exigirá que des lo mejor de ti en todo lo que hagas, la que muchas veces será dura e implacable, la que te dirá las verdades que más te duelan, la que se enfadará si te conformas con lo bueno, y la que te dirá "¿Lo ves, como era por tu bien?" cuando consigas lo mejor.

Será tu madre a la que acudas cuando una duda, un dilema, o la inseguridad al tomar una decisión te traigan de cabeza. Por una razón muy sencilla: confías ciegamente en su criterio. Da igual la índole de la cuestión, desde con qué le quito esa maldita mancha a mi camiseta, o a qué puede deberse ese dolor que tienes en el abdomen. Tu madre lo sabe todo. Y tú, si eres mujer, confías en ser tan sabia el día en que te conviertas en madre.

Y cuando estés viviendo lejos de donde ella vive, o cuando estés de viaje, será a ella a la que llames con frecuencia, o a la que más eches de menos. Porque te gustaría tenerla cerca siempre y para siempre.



Sé que hay gente que, por desgracia, no verá reconocida a su madre en estas palabras. Porque en el mundo, hay de todo, incluso en el mundo de las madres, y también en el de los hijos. A tu madre no la eliges tú, la que tienes es la que te ha tocado tener.

Y a mi, afortunadamente, me ha tocado tener la mejor madre del mundo. Te quiero Mamá.  



Y de regalo virtual, esta canción, que sé que te encanta.